Eso es lo que hay. Si en la directiva se piensan que con siete jugadores se puede ganar, van de culo. Con los cinco que sobran (para mi: García, Xavi Sánchez, Moncasi, Faverani y Prestes) en algún momento o partido te pueden echar una mano, pero en general no son jugadores a los que se puede recurrir para luchar, ni siquiera, contra equipos de la parte baja de la ACB.
Si a eso unimos que, salvo uno o dos, los demás jugadores son del montón, pues no puedes llegar muy lejos en esto del baloncesto. Con este panorama solo queda rezar y pedir una heroicidad para no descender de categoría.
El inicio del partido ya presumía que íbamos a pelear hasta el final por el triunfo. Y se veía las carencias del equipo murciano que no era capaz de meter una canasta de dos, ni jugar con los hombres de la pintura, con lo que se mantenía en el partido a base de triples (los 18 primeros puntos venieron de más allá de los 6’25).
A pesar de no dar más de si, y lo dicho antes, que cierta gente no aporta nada o no puede aportar más, el resultado se mantuvo igualado. Al final tres tiros libres lanzados por Robles provocaron la prorroga. Esta situación le tenía que haber dado alas al equipo local, pero no. Por cierto, enhorabuena a Robles, que fue padre por tercera vez, y por esta alegre circunstancia no jugó la primera parte.
En la prorroga se dieron unos números tremendos. En cinco minutos el resultado fue de 16 a 21. También es verdad que los puntos visitantes llegaron, sobre todo, desde la línea de tiros libres, pero estos hay que meterlos.
Los locales tuvieron la oportunidad de colocarse por delante en el primer minuto en varias posesiones que les concedieron los de Valladolid, pero la inoperancia, la ineptitud, la falta de calidad, no se me ocurre más cosas para calificar al equipo murciano, hizo que fallaran y no consiguieron el premio que querían. En los minutos siguientes la tranquilidad vallisoletana les llevo a ganar el partido por 96-101.
La derrota hace que sigamos igual, o peor (ahora la salvación está a tres victorias), y con menos tiempo para poder reaccionar. Además parece que los dueños del club no están dispuestos a soltar algo de dinero para sustituir a nadie, ni siquiera a dos de «nuestras figuras» y sacar esto adelante, con lo que el panorama es bastante negro. Mi sensación es que los dueños han cogido al equipo como escaparate para otras cosas, vease la fórmula 1, y no van a hacer ningún esfuerzo más allá del necesario.
A ver que nos depara el futuro.
Zona de animación
Uno de los aficionados más jóvenes en brazos de su padre, supongo.
Y otra vez esta chiquilla. Debe ser que me ha caído bien al ojo.
Hasta pronto.
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